Tus hijos son tu espejo mayor, el más incómdo y difícil de mirar porque son reflejo directo a las memorias que guarda tu niño interno. Todo aquello que te molesta de tus hijos, es espejo de una o varias de las siguientes cosas:
- Lo que a ti no te permitieron ser, hacer o elegir;
- Lo que tú mismo fuiste, hiciste o elegiste y fuiste juzgado, regañado, castigado o excluido por ello;
- Lo que juzgas de tus propios padres o hermanos;
- Tu estado interno en torno a tus padres, que te mantiene mirando hacia atrás y te impide mirar a tus hijos y a la vida;
- Un excluido de tu sistema familiar, incluyendo duelos que no has hecho, abortos o hijos fallecidos previamente.
Esto significa que todo lo que ves en tus hijos, particularmente hasta los 12-14 años, tiene mucho más que ver contigo y con su padre/madre, que con ellos y la mejor forma de ayudarlos es ayudándote a ti mismo.
 
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